ASOCIACION GNOSTICA DE ESTUDIOS ANTROPOLOGICOS Y CULTURALES
En este espacio presentamos la vida y obra del V.M.
Samael Aun Weor a través del testimonio y anécdotas de aquellos que compartieron momentos de su vida con él.Sobre OVNIs.y los extraterrestres
Sobre OVNIs y los extraterrestres
"Por el año de 1974, no recuerdo con exactitud la fecha, había llegado el Maestro Samael Aun Weor a Ciudad Obregón, Sonora, en busca de simpatizantes para el Movimiento Gnóstico, con el propósito de instituir una misión, como ocurrió desde entonces. El Maestro, que era acompañado por doña Arnolda Garro de Gómez -"La Guru Litelantes"- su compañera, y por varias personas; había anunciado una serie de conferencias que personalmente ofrecería en el Salón de Actos de la Biblioteca Pública Municipal.
Hojas volantes anunciando las conferencias habían circulado por el Instituto Tecnológico de Sonora, que era entonces la única institución superior de Ciudad Obregón. Aquella tarde, Rafael Pérez Verdugo, líder del Tec, amigo personal, y como un servidor, simpatizante de los movimientos radicales marxistas-leninistas; había pasado por mi para invitarme a acudir a una de las conferencias, no con afán de instruirse, sino por el contrario de boicotear en lo posible, la Conferencia sobre Ovnilogía que ofrecia el Maestro Samael.
El Salón de Actos de la biblioteca, no era muy grande, pero sí lo suficiente como para albergar a más de un centenar de personas; y el tema, muy de moda en los años setentas, había llevado a muchas personas, sobre todo estudiantes a escuchar al conferencista.
Recuerdo que, cuando llegamos, aquello estaba muy lleno, todas las butacas ocupadas y personas de pie apiladas en los pasillos. La personalidad del Maestro Samael imponía, pues aunque no era una persona de mucha estatura, se advertía con una fuerza tremenda, una mirada muy profunda y una voz metálica que taladraba la conciencia de quienes le escuchabamos.
Rafael y yo quedamos muy lejos, de pie a un costado de la puerta; el equipo de sonido era muy bueno y nos hacia llegar la voz del Maestro, con mucha fuerza; además, habíamos quedado cerca de unas bocinas que reproducían aquella voz que explicaba:
-Caminaba yo por el Desierto de los Leones. De pronto, frente a mi se detuvo una nave y de ella emergieron seis hombrecitos; me acerque al que consideré el capitan de la Nave y le dije: "podrían llevarme con ustedes".
-¿A dónde quisieras ir? -me pregunto. "A Marte" -le dije. -¿A Marte? Eso está allí nomás... me contestó. Luego, aquel hombre me hizo una pregunta, que tuve que hacer acopio de todo mi conocimiento para responderla: -¿Qué es la tierra? -me dijo. "La tierra -conteste- es el Karma de los mundos".
Aquel hombre asintió con su cabeza...
En ese momento, Rafael, en tono burlón me dice: -Compa: pregúntale que de qué color eran los hombrecitos ¡Ji ji!...
La distancia que nos separaba del conferencista, el ruido de las bocinas, la voz baja de Rafael hacían totalmente imposible que aquel Hombre escuchara su voz. Y sin embargo, Samael Aun Weor volvió la vista hacia nosotros y señalando con su diestra a Rafael dijo:
- Joven: eran de un color cobrizo...
Recuerdo que me impactó de tal manera aquel detalle, que me quedé hasta el final. Rafael, después de aquello optó por irse, silenciosamente. Antes de salir de la Biblioteca el Maestro Samael se despidió saludando de mano a muchos muchachos. Cuando llegó hasta donde ya permanecía, me extendió su mano recia y cordial, y me dijo: me ofrecen una cena esta noche; le invitamos para que nos acompañe.
La cena era en El Merendero de José Luis, un restaurante de la ciudad.
Acudí y allí conocí a quienes serían los instructores; un matrimonio que radicaría en una vivienda de la Colonia Campestre, donde sería la primera escuela de la Gnosis en Sonora...
Relato del señor Leonardo Reichel Urroz realizado en Julio/99 al webmaster de esta página
Clarividencia
Acude de nuevo a mi memoria un recuerdo insólito que expresa bastante bien el redicho "don" antes mencionado:
Conociendo la aguda clarividencia poseída por el Maestro, decidí en una ocasión en que hablábamos telefónicamente consultarle acerca de un problema de salud acusado en el cuerpo de una joven amiga. Dicha amiga tosía a menudo en forma anormal y en algunas oportunidades su tos iba acompañada de esputos de sangre.
La enferma había acudido, como es de suponer, a los médicos para hacerse auscultar su enfermedad. Después de varios exámenes, radiografías, chequeos especializados, etc., la opinión de la ciencia fue: ¡Usted no tiene nada, nada tiene que temer!.
Sin embargo, aquella joven seguía enferma y su tos iba en aumento haciéndose mas estruendosa y molesta, causándole además un agotamiento paulatino cada vez mas fuerte.
La familia de esta joven amiga estaba bastante alarmada y así mismo desorientada al ver que la mismísima ciencia no indicaba nada serio al respecto.
Una vez hecha la pregunta al V.M. Samael, referida a esta anormalidad en la joven; este expreso:
-"Bueno, bueno... vamos a ver, un momento hermano... un momento..." "Ah si, ya veo, efectivamente, ¡si señor!... ¡Tu amiga esta enferma del pulmón derecho!... Veo una mancha en la pleura del pulmón derecho; tu amiga, mi caro hermano, debe mirarse bien ese pulmón derecho rápidamente... Dile que se examine la membrana del pulmón derecho"...
Pero... Maestro, replique entonces, ella ya se hizo radiografías con especialistas y ellos no le han encontrado nada... ¿Qué puede ella entonces hacer?...
"Que se vuelva a mirar con nuevas radiografías exclusivamente el pulmón derecho, ¿me has entendido?... Perfectamente Maestro, perfectamente, fue mi respuesta.
"Bueno... pues avísame de este nuevo resultado de los exámenes, ¿entendido?. Claro que si, lo haré Maestro, claro que si, agregue de nuevo.
Concluimos aquella llamada telefónica y bien temprano, al día siguiente, la joven del caso acudió de nuevo a una clínica privada y se ordeno los exámenes.
El resultado de aquellos nuevos exámenes médicos fue asombroso y radical, si tomamos en cuenta lo que habíamos oído decir al Maestro Samael.
"Usted tiene principios de pleuresía", le señalaron los galenos a la joven enferma al tiempo que le mostraban una mancha aparecida en la radiografía de su pulmón derecho.
¡La palabra del HOMBRE SOL se había cumplido!...
Posteriormente volvimos a hablar (vía telefónica) con el Venerable y este le indico a la enferma, entre otras cosas, aire puro, mucho sol, buena alimentación rica en proteínas, vitaminas y carbohidratos, así como también dormir un mínimo de ocho horas diarias. Asimismo le aconsejo comer abundantemente un vegetal llamado en Suramerica y España: BERROS. Tal vegetal se encuentra sobre todo en las Islas Canarias de la península Ibérica.
CONCLUSION: La paciente, poco a poco, se fue recuperando hasta sanar totalmente.
Tomado del libro
"Samael Aun Weor, El Hombre Absoluto"
de Oscar Uzcategui
Esto me hace recordar ahora lo acontecido con el Maestro Aun Weor, cuando emigró e Ciénaga hacia la sierra Nevada de Santa Marta. Allá los hermanos le construyeron una pequeña choza compuesta de una sala pequeña y un cuarto similar. Al poco tiempo se sintieron inconformes con mi comadre, la esposa del Maestro (Arnolda Garro, V.M. Litelantes), y me comisionaron a mí para hablarle al Maestro. Yo lo aborde de la siguiente manera: "Maestro, los hermanos de la Sierra sienten disgustos por la forma tan dura como lo trata la comadre; a ellos les molesta el que usted ni siquiera proteste, que no sea capaz de censurarla", y él me respondió "Dime una cosa, tú eres comerciante, ¿con cuanto dinero mejorarían tus negocios?, a lo cual respondí "Con 100.000 pesos (hoy equivalen a 100.000 dólares)"; el me dijo "Bien, y ¿que harías tu con una persona que te prestara ese dinero sin cobrarte intereses ni documento alguno para garantizar la deuda y que tu le pagaras cuando quisieras?, a lo cual yo le respondí, "Seria capaz de limpiarle la silla para complacerlo y abandonar todo para atenderlo", y el me dijo, "bueno, pero si tu prestamista fuese grosero, feo y malcriado, ¿le aceptarías la oferta de protección?. Le manifesté que le perdonaría sus malcriadeses y que no se las tomaría en cuenta; y me dijo "Correcto, otro tanto haría yo. Ahora veamos el caso de la Negra: ella me esta dando sin intereses un capital mayor que el tuyo; con ese capital divino me convertiré en un Maestro del Mahanvantara, ¿que me importa que me regañe y hasta me lacere?, ella es mi socio capitalista".
Esta aclaración del Maestro me ayudo muchisimo en mi propia Iniciación. Espero que ustedes hagan lo mismo cuando les acontezca; igual cosa aconsejamos para las mujeres cuando les toque un varón insoportable. La Iniciación es para Hombres (varón o hembra)de Thelema a quienes nada los arredre.
Tomado del libro
"Conocimientos, anécdotas e historia de la Gnosis en la Era de Acuario"
de Julio Medina Vizcaino
¿Que lees, Tony?, me dijo una vez que me encontró leyendo un libro de tipo esotérico. Préstamelo cinco minutos. Se lo di, regresándolo El mas o menos en ese lapso de tiempo, con un comentario bien detallado y extenso y hasta me indico la pagina en la que había que hacerle una corrección, no se como lo hizo, realmente me dejo asombrado su facilidad para asimilar por medio de sus ultrasentidos la información de cualquier libro.
Recuerdo que en Teotihuacan tomo una piedra y cerrando los ojos nos narró todo lo que esa piedra había presenciado ahí mismo.
Tomado del libro
"Diez años de mi vida con el V.M. Samael Aun Weor"
de Antonio Maldonado Mérida
LA VISION ANTROPO-CENTRICA DEL HOMBRE
El Maestro Samael define este tema de la siguiente manera:
"Visión antropo-céntrica del hombre significa verlo en el centro del medio ambiente y descubrirlo como el centro de toda la naturaleza".
Pero analicemos qué es lo que quiere enseñarnos el V.M.
SAMAEL... Si recordamos en estos instantes la Ley de la
Gravitación Universal, de la cual tratamos en la anterior conferencia, nos daremos cuenta de que cada uno de nosotros debe convertirse en una especie de Sol, pero que tenga fuerza que le permita sustentar a los demás satélites.
Ahora, esta fuerza sólo puede nacer de una energía o Catexis Interior, tanto de índole espiritual como también de carácter psicológico.
Para que se pueda realizar y llevar a cabo la Visión Antropo-Céntrica del Hombre, para que cada uno de nosotros nos encontremos en el Centro de las cosas, en el centro de las circunstancias verdaderamente, necesitamos aplicar cada una de las técnicas que estamos estudiando.
El Maestro Samael siempre decía que podemos llegar a manejar y conducir la Fuerza Positiva. Con esfuerzo podemos llegar a manejar la Fuerza Negativa también.....
Pero hay una tercera fuerza que escapa a nuestras manos y que difícilmente podríamos llegar a controlar perfectamente. Esta es la Fuerza Neutra, la fuerza de equilibrio que tanto nos cuesta conducir y manejar.
En cierta ocasión un hermano le preguntaba al Maestro Samael en Tercera Cámara: "Maestro, qué es justo? Qué es lo que debe hacer la persona cuando tiene la justicia de su parte? Y cómo saber qué es justo y qué es injusto?
El Maestro respondía que mientras no se tenga despierta la conciencia, nunca se sabrá qué es justo y qué es injusto, debido a que no se tiene una visión clara y concreta de las cosas.
Es lógico que para nosotros tener una visión clara y concreta de las cosas, tenemos que poner en práctica, cada uno, la cuestión esa de no seguir con la tendencia a la Conducta Gregaria, o sea la tendencia a aglutinarse (amontonarse) con otras personas por temor o por
sentirnos débiles e incapaces.
Por esta razón debe cada uno de nosotros analizar entonces, inquirir, antes que aceptar una idea. Así no llegamos a repetir las cosas simplemente como loros (papagayos), pero llegaremos a la COMPRENSION.
Sobre esto decía el Maestro Samael lo siguiente:
De esta manera se logra verdaderamente la comprensión... Las criaturas elementales de la naturaleza están por debajo del bien y del mal; los Maestros Auto - Realizados están por encima del bien y del mal. Los términos "bien" y "mal" son una creación fantástica de la degeneración humana, pues estos términos "bien" y "mal" sólo se
pueden encontrar dentro de los supuestos mentales. La persona que se encuentra en una visión antropo-céntrica siempre está más allá del bien y del mal.
Veamos ejemplos...
Al Maestro Samael le presentaban casos de personas que habían tenido una actitud completamente fuera del orden, que habían cometido muchos errores. Y presentaban la prueba de que tales personas habían tenido una serie de actitudes negativas.
Inmediatamente el Maestro Samael aplicaba la sanción, a petición de quienes habían traído el caso. Pero después venían otras personas, o los mismos sancionados, y también le presentaban sus puntos de vista al Maestro, y el Maestro perdonaba la sanción...
A muchos de nosotros esto nos parecía una falta de control y afirmábamos que había mucha contradicción en sus determinaciones, pero con el siguiente ejemplo comprenderemos por qué un Maestro llega a tomar este tipo de actitudes...
Una vez llegó al Tíbet un asesino terrible, violento, agresivo, ladrón que perjudicaba mucho a un pueblo llamado Labak en el Tíbet Hindú.
Así pues llegó este criminal a un recinto sagrado ante la presencia de un Maestro. Inmediatamente uno de los discípulos entró en escena y le preguntó al Maestro:
"Maestro, por qué permite la presencia de este individuo en el recinto sagrado? Por qué alimenta y le da abrigo, siendo que mañana va a asesinar y hacer sufrir a las gentes, va a acabar con la paz que existe en nuestra tierra...?
Y el Maestro contestaba: "Mañana cuando él salga de aquí, el Sol no le negará su luz. Cuando salga de aquí mañana en la aurora, cuando vea los pequeños riachuelos que cruzan nuestras tierras, estas aguas no se convertirán
en estiércol, pero continuarán siendo cristalinas para calmar su sed. Las plantas no le negarán su fruto para matar su hambre. Entonces, si el Sol y la naturaleza no le niegan techo ni comida ni el agua para calmar su sed, quién soy yo para negarle techo, comida y un poco de
ropa para cubrir su cuerpo?"
El Maestro también tenía esa actitud. Aplicaba la severidad a quien la necesitaba, pero también aplicaba el amor a todo quien lo requiriese, porque en cada uno existe algo que siempre tiene gran valor, que es el arrepentimiento.
En una ocasión tenía ciertas dudas tocante algunos aspectos y se las comuniqué al Maestro. Entonces me contestó: "Lo dudas porque nadie lo ha dicho anteriormente? Dudas porque no lo has leído en algún periódico? Por qué dudas?" Le digo: "Pero Maestro, aunque me dé plena conciencia de que la duda esté manifestándose, pero en este momento no me doy cuenta
por qué..... Tal vez sea en los niveles del subconsciente..."
El Maestro se quedó mirándome fijamente, observándome el aura y me dijo: "Ya se te está pasando..."
Entonces en esa ocasión nos dió un magnífico choque psicológico... Se necesita que cada uno de nosotros también tenga CHOQUES PSICOLOGICOS. Esos choques psicológicos nos ayudarán a despertar nuestra conciencia y permitirán que nosotros rompamos topes.
En realidad la finalidad del maestro Samael con su Super- Dinámica Mental es que aprendamos a romper topes, a romper barreras, cosa que nunca antes habíamos estado acostumbrados a realizar.
Veamos un ejemplo conciso de cómo el Maestro Samael realizaba la Visión Antropo-Céntrica del hombre, como rompía él los topes...
En cierta ocasión el Maestro Samael tenía que hacer una petición. Le tocó llegar a un hogar, donde él tenía que hacer su solicitud. Tal solicitud o petición iba a beneficiar a todo el Movimiento Gnóstico en general, como también a su persona.
Llegado el día, el Maestro se preparó, se colocó su traje con corbata y salió en el cochecito blanco que él tenía. Nosotros vimos esto porque nos tocó acompañarlo...
Llegamos a la casa de familia en cuestión y comenzó a dialogar y a hacer la petición. Inmediatamente le ofrecieron un refresco. El tomó la servilleta entre sus manos, agachó la cabeza un poco y comenzó a hacer su petición...
Aquellas personas a quienes el Maestro suplicó que le
COMPRENDIERAN Y LE PERMITIERAN la solicitud que él
realizaba, y que iba en beneficio de la Gnósis, comenzaron a atacarlo y llegaron hasta a insultarlo...
Pero el Maestro seguía observando la servilleta y su cabeza seguía doblegada. ¡Jamás levantó la voz! Solamente volvió a levantar su vista y su cabeza, cuando al fin le dijeron que sí...
Aquel hombre que estaba ahí presente, quien le había insultado, en una ocasión más tarde en que estaba reunido el Maestro con un grupo de personas en el Desierto de los Leones y comenzó a llover a cántaros, pero hizo el Maestro que no lloviera en el sitio en que se encontraba el Maestro y el grupo, mientras en los alrededores
si seguía lloviendo, se levantó inmediatamente aquel hombre entre el público y dijo:
"Maestro Samael, perdóneme! Porque en el día de hoy he
comprendido que usted es un Maestro. Usted se humilló ante nosotros, ¡pero también conocemos su poder!"
Aquí vemos entonces cómo una persona que pone en práctica la Visión Antropo-Céntrica del Hombre, puede colocarse siempre en el centro de las cosas, doblegándose en las situaciones difíciles; tanto ser rígido en unas situaciones como amoroso en otras... Verdaderamente aprende a manejar la fuerza neutral.
Y finalicemos este punto de la Visión Antropo-Céntrica del Hombre con palabras textuales del Maestro Samael:
"Uno puede llegar a subir la voz en alto grado, pero sin sentir la ira y sin sentir el coraje. Se le puede llamar la atención a los niños, se puede defender en cierto momento levantando el tono de voz, pero sin sentir coraje, sin sentir ira... ¡Sino amor y cariño!"
Tal como lo hiciera el Maestro Samael en la reunión de la audiencia con la Delegación Colombiana, durante el Congreso De Guadalajara: subió el tono de la voz. Y a uno de los presentes quien quería hacer una interpelación, le dijo: "¡No admito interpelaciones! ¡Nadie tiene voz ni voto, porque soy la máxima autoridad!"
Lo decía en un tono bastante alto. Nunca le había escuchado hablar así. Ese día, explicando ese fenómeno, decía que hay que saber estar situado en el centro de las cosas para lograr la Visión Antropo-Céntrica; aprender a estar situado en el punto neutro, manejar la fuerza neutra que es la que viene a gobernar tanto la positiva como la negativa.
Notas acerca de las enseñanzas dictadas por el V.M. Samael Aun Weor, sobre Super Dinámica Mental y transcritas a fines de 1977 por Fernando Salazar