ASOCIACION GNOSTICA DE ESTUDIOS ANTROPOLOGICOS Y CULTURALES


técnicas para el despertar de la conciencia

Por samael aun weor

Es necesario despertar la Conciencia para no caer en el abismo de perdición, actualmente existen muchos Jefes de grupos esotéricos con la Conciencia profundamente dormida. "CIEGOS GUIAS DE CIEGOS, RODARAN TODOS AL ABISMO". Esa es la Ley. Los seres humanos viven absolutamente dormidos. Si por ejemplo; un grupo de jugadores de fútbol despertaran la conciencia durante una partida, podéis estar absolutamente seguros de que ésta terminará, porque los jugadores avergonzados huirían del campo de fútbol inmediatamente. La causa fundamental del sueño profundo en que vive la Humanidad es aquello que se llama FASCINACION. Los jugadores de fútbol están profundamente FASCINADOS por el juego, y entonces sueñan jugando. Aparentemente están jugando despiertos pero la realidad es que están soñando.

 TECNICA PARA DESPERTAR LA CONCIENCIA

La Técnica para despertar la Conciencia se basa en la RECORDACION DE SI MISMO. Todo ser humano se halla FASCINADO por distintas cosas como ya dijimos en el párrafo precedente. Cuando una determinada REPRESENTACION nos fascina, nos olvidamos de sí mismos. Entonces soñamos. Se ha visto a las gentes durante una manifestación pública lanzarse a la violencia. Caballeros que en su sano juicio no son capaces de pronunciar una mala palabra, en éstos casos han insultado y han apedreado confundidos con las multitudes. He ahí el poder de la FASCINACION, se olvida uno de sí mismo y entonces sueña y soñando hace cosas muchas veces completamente ABSURDAS. Después de que pasa el sueño viene la vergüenza y los problemas. Es necesario que el estudiante GNOSTICO no se deje fascinar por nada.

En presencia de toda REPRESENTACION INTERESANTE, DEBE RECORDARSE a sí mismo y hacerse las siguientes preguntas: ¿DONDE ESTOY YO? ¿QUE ESTOY HACIENDO AQUI? ¿ESTARE FUERA DE MI CUERPO FISICO?. Luego observe cuidadosamente todo aquello que le está rodeando. Mire bien el cielo con ojos escudriñadores. Cualquier detalle de los Mundos Internos; ya un juego de extraños colores, ya algún animal raro, la sombra querida de un ser fallecido, etc., le confirmarán que se halla fuera del cuerpo físico, entonces despertará la Conciencia. Resulta también muy útil en esos instantes de REFLEXION y AUTO-RECORDACION de sí mismo, dar un pequeño saltito con la intención de flotar en el ambiente circundante. Es lógico que si flotamos es porque nos hallamos fuera del cuerpo físico. Si todos los dormidos durante el sueño se hicieran semejantes preguntas reflexivas, es lógico que despertarán conciencia, si EL EGO después de la muerte se hiciera semejantes preguntas en presencia de cualquier representación, despertaría instantáneamente. Desgraciadamente al EGO no se le ocurren semejantes preguntas porque jamás en la vida ha tenido la costumbre de hacérselas. Es necesario coger esta costumbre y vivirla intensamente. Sólo así puede ocurrirsenos la idea de hacernos semejantes preguntas durante el sueño y después de la muerte. El resultado de semejante práctica es el DESPERTAR DE LA CONCIENCIA. Todo el que despierta la CONCIENCIA se hace CLARIVIDENTE. Todo el que despierte la conciencia vive durante el sueño del cuerpo, completamente despierto en los mundos SUPERIORES. LOS GRANDES MAESTROS no sueñan.

Los GRANDES MAESTROS son Ciudadanos conscientes de los MUNDOS SUPRASENSIBLES. Los GRANDES MAESTROS trabajan durante el sueño del cuerpo, consciente y positivamente en los MUNDO SUPERIORES. Es necesario despertar la conciencia para no andar ciegos. Los ciegos pueden caer al Abismo.

 "Curso Esotérico de Kabala" Cap. 16

 

 

INTIMA RECORDACION DE SI MISMO

Aún cuando parezca increíble, cuando el estudiante se observa a sí mismo, no se recuerda a sí mismo... Los aspirantes fuera de toda duda, realmente no se sienten a sí mismos, no son conscientes de sí mismos.

Parece algo inverosímil que cuando el aspirante gnóstico auto-observa su forma de reir, hablar, caminar, etc., se olvida de sí mismo, esto es increíble pero CIERTO. Sin embargo es indispensable tratar de recordarse a sí mismo, mientras se auto-observa, esto es fundamental para lograr el despertar de la Conciencia.

Auto-observarse, auto-conocerse, sin olvidarse de sí mismo, es terriblemente difícil, pero espantosamente urgente, para lograr el despertar de la Conciencia. Esto que estamos diciendo parece una tontería, las gentes ignoran que están dormidas, ignoran que no se recuerdan a sí mismas, ni aunque se miren en un espejo de cuerpo entero, ni aún cuando se observen en detalle minuciosamente.

Este olvido de sí mismo, este no recordarse a sí mismo, es realmente la causa causorum de toda la ignorancia humana. Cuando un hombre cualquiera llega a comprender profundamente que no puede recordarse a sí mismo, que no es conciente de sí mismo, está muy cerca del despertar de la Conciencia.

Estamos hablando algo que hay que reflexionar profundamente, esto que aquí estamos diciendo es muy importante y no se puede comprender si se lee mecánicamente.

Nuestros lectores deben reflexionar. La gente no es capaz de sentir su propio yo, mientras se auto-observa, de hacerlo pasar de un centro a otro, etc.

Observar la propia forma de hablar, reír, caminar, etc., etc., sin olvidarse de sí mismo, sintiendo eso Yo adentro, es muy difícil y sin embargo básico, fundamental, para lograr el despertar de la Conciencia.

El gran Maestro Ouspenski dijo: "La primera impresión que me produjo el esfuerzo, por ser conciente de mi ser, por ser conciente de mi mismo como Yo, de decirme a mi mismo: Yo estoy caminando, Yo estoy haciendo y de tratar de mantener vivo este Yo, de sentirlo dentro de mi, fue lo siguiente: El pensamiento quedaba como dormido, cuando Yo asía al Yo, no podía pensar ni hablar, hasta disminuía la intensidad de las sensaciones; además uno podía mantenerse en semejante estado, sólo por un tiempo muy breve".

Es necesario disolver el Yo pluralizado, volverlo CENIZA, pero tenemos que conocerlo, estudiarlo en los cuarenta y nueve departamentos subconscientes, simbolizado entre los gnósticos por los cuarenta y nueve demonios de Jaldabaóth.

Si un doctor va a estirpar un tumor canceroso, necesita primero conocerlo, si un hombre quiere disolver el Yo, necesita estudiarlo, hacerse consciente de él, conocerlo en los cuarenta y nueve departamentos subconscientes.

Durante la íntima recordación de sí mismo, en ese tremendo super-esfuerzo por ser conciente de su propio Yo, es claro que la atención se divide y aquí volvemos a aquello de la división de la atención. Una parte de la atención se dirige como es apenas lógico hacia el esfuerzo, la otra al ego o Yo pluralizado.

La íntima recordación de sí mismo es algo más que analizarse a sí mismo, es un estado nuevo, que solo se conoce a través de la experiencia directa.

Todo ser humano ha tenido alguna vez esos momentos, estados de íntima recordación de sí mismos; tal vez en un instante de infinito terror, tal vez en la niñez o en algún viaje cuando exclamamos: Y ¿qué hago yo por aquí? ¿Porqué estoy yo aquí?.

La auto-observación de sí mismo, acompañada en forma simultánea con la íntima recordación de su propio Yo, es terriblemente difícil y sin embargo indispensable para auto-conocerse de verdad.

El Yo pluralizado resulta siempre haciendo lo contrario durante la meditación, él goza fornicando cuando tratamos de comprender la lujuria; él truena y relampaguea en cualquiera de los cuarenta y nueve departamentos subconscientes de Jaldabaóth, cuando tratamos de comprender la ira; él codicia no ser codicioso o cuando queremos reducir a polvo la codicia.

Intima recordación de sí mismo, es darse cuenta cabal de todos esos procesos subconscientes del mí mismo, el ego, el Yo pluralizado. Auto-observar nuestra forma de pensar, hablar, reir, caminar, comer, sentir, etc., etc., sin olvidarse del sí mismo, de los íntimos proceos del ego, de lo que está ocurriendo allá adentro en los cuarenta y nueve departamentos de Jaldabaóth, resulta de verdad espantosamente difícil y sin embargo fundamental para el despertar de la Conciencia.

La auto-observación, la íntima recordación de sí mismo, inicia el desarrollo del sentido espacial que llega a su plena madurez con el despertar de la Conciencia. Los chakras mencionados por Mister C. W. Leadbeater y muchos otros autores son con relación al sentido espacial lo que las flores con relación al árbol de la vida.

Lo fundamental es el árbol. El sentido espacial, es el funcionamiento normal de la Conciencia despierta. Todo hombre despierto de verdad, puede verificar por sí mismo a través de la experiencia directa, los sueños de las gentes, puede ver esos sueños en las personas que andan por las calles, en los que trabajan en fábricas, en los que gobiernan, en toda criatura. Todo hombre despierto de verdad, puede ver, oír, oler, tocar y palpar todas las cosas de los mundos superiores.

Quien quiera experimentar la realidad de todo lo que sucede en las dimensiones superiores del espacio, debe despertar Conciencia, aquí y ahora.

 "El Collar del Buda" Cap. 16

 

 

LA EXPERIENCIA DIRECTA

Resulta palmario y evidente que al desenfrascar la esencia, al liberarse la misma, despierta radicalmente.

Las ventajas que el citado evento, puede realmente proporcionarnos como véis, son múltiples.

La primera de tales ventajas es de por sí magnífica, pues tiene la capacidad de orientarnos fundamentalmente, dirigiendo nuestros pasos sabiamente por la senda del filo de la navaja que ha de conducirnos hasta la liberación final.

La segunda de tales ventajas, nos conduce por el sendero de las variadas experiencias directas, hasta la verificación total de todas y cada una de las afirmaciones que hemos hecho en estas pláticas.

Iluminación íntegra, vivencia luminosa, confirmación práctica, es el modus operandi de la esencia desembotellada, despierta auto-consciente.

Aniquilación completa de todos los elementos indeseables que constituyen el mí mismo, el sí mismo, es fuera de toda duda, inaplazable, impostergable.

Necesitamos aprender a dirigir voluntariamente todos los funcionalismos de nuestra psiquis; no está bueno que continuemos convertidos en esclavos; debemos hacernos amos y señores de sí mismos.

Conforme los elementos indeseables van siendo eliminados, la conciencia va despertando.

Si embargo necesitamos volvernos serios, porque hasta ahora no hemos sido gente seria; cada uno de nosotros actualmente, no es más que un leño entre las embravecidas olas del mar de la existencia.

Repito: Necesitamos volvernos serios; esta afirmación implica espantosa autovigilancia de instante en instante, de momento en momento.

Recordad lo que ya hemos dicho en pláticas anteriores: en relación con nuestros semejantes, los defectos que llevamos escondidos afloran espontáneamente y si estamos alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra, entonces los descubrimos.

En todo auto-descubrimiento existe también auto-revelación. Defecto descubierto debe ser rigurosamente analizado, estudiado en todos los niveles de la mente y comprendido íntegramente a través de los diversos procesos de la meditación interior profunda.

Un poco más tarde y ya entendido íntegramente el defecto que hemos analizado, vienen las suplicas a Devi-Kundalini, nuestra divina Madre Cósmica particular, con el propósito de que ella elimine y desintegre el defecto en cuestión.

El trabajo es muy hondo mis estimables hermanos, espantosamente serio, demasiado profundo. Sólo así es posible extirpar, erradicar de nuestra psiquis muchos elementos indeseables, infrahumanos, tenebrosos, dentro de los cuales se encuentra aprisionada la esencia.

Conforme la conciencia vaya despertando, las posibilidades de experimentación directa se van haciendo cada vez más lúcidas y continuas.

Ante todo mis caros amigos, quiero que ustedes aprendan a manejar prácticamente los diversos destellos de conciencia despierta.

En la vida práctica podemos observar cuidadosamente, el hecho concreto de que todas las gentes, viven con la conciencia dormida.

En estos instantes me viene a la memoria los recuerdos de algo insólito. Hace uno 17 o 18 años, hallándome en un mercado de la Colonia Federal, con mi esposa sacerdotisa Litelantes, en momentos en que reclamábamos un reloj que ella había mandado a componer en una relojería, fuimos de pronto sacudidos por una violenta explosión de dinamita.

Litelantes horrorizada, me pidió regresáramos a casa de inmediato. Es obvio que mi respuesta fue francamente negativa; en modo alguno quería yo exponer nuestras vidas a una segunda explosión que sabía había de acaecer.

Inútiles fueron sus ruegos... En tales momentos resonaban las sirenas y campanas de los "tragahumos" o bomberos.

Aquellos humildes y mártires servidores de la humanidad, se precipitaron en el lugar de las explosiones... "De todos estos bomberos que acababan de entrar al teatro de los acontecimientos no se salvará ninguno, morirán". Tales fueron mis palabras. Litelantes horrorizada guardó silencio.

Instantes después una segunda explosión hizo estremecer terriblemente la ciudad de México.

El resultado fue la muerte de todos estos humildes servidores, se desintegraron automáticamente, pues no se hallaron ni los cadáveres; tan sólo se encontró por ahí la bota de un sargento.

Yo francamente, me quedé asombrado del grado de inconsciencia en que se encontraban tales bomberos; si ellos hubieran estado despiertos, de ninguna manera hubieran perecido.

Todavía recuerdo el llanto desesperado de las mujeres que huían de aquél mercado y de los niños, que horrorizados se agarraban a las faldas de sus madres.

Si yo no hubiese estado despierto, obviamente habría perecido, porque en el lugar en donde debía tomar el camión, tan indispensable para llegar a casa, murieron centenares de personas.

Todavía no he podido olvidar a tantos y tantos cadáveres, que tirados sobre la orilla de la banqueta de la calle, yacían tapados con papeles de periódicos.

Incuestionablemente esos víctimas se debieron a la curiosidad; tratábase de curiosos, gentes inconscientes, dormidos, que después de la primera explosión habían concurrido al lugar de los hechos, para contemplar el espectáculo.

Si tales gentes hubiesen estado despiertos, jamás habrían concurrido como curiosos al lugar de los hechos. Desafortunadamente dormían profundamente; así fue como encontraron la muerte.

Cuando regresamos a casa, situada en la Colonia Caracol, nuestros vecinos estaban alarmados; suponían que habíamos muerto. Ciertamente se asombraron de que a pesar de estar tan cerca del lugar de la catástrofe, aún pudiéramos regresar vivos. He ahí la ventaja de estar despierto.

Hay que despertar amigos y aprender a vivir alertas de momento en momento, de instante en instante.

Es impostergable dividir siempre la atención en tres partes. Primero.- sujeto. Segundo.- objeto. Tercero.- lugar.

SUJETO.- No olvidarnos de sí mismos, auto-vigilarnos en cada segundo, en cada momento. Esto implica el estado de alerta en relación con nuestros pensamientos, gestos, acciones, emociones, hábitos, palabras, etc., etc.

OBJETO.- Minuciosa observación de todos aquellos objetos o representaciones que por medio de los sentidos llegan a la mente.

No identificarnos jamás con las cosas, porque así es como cae uno en la fascinación y en el sueño de la conciencia.

LUGAR.- Observación diaria de nuestra casa, de nuestra recámara, como si fuese algo nuevo; preguntarnos diariamente a sí mismos: ¿Por qué he llegado yo aquí a este lugar? ¿A este mercado? ¿A esta oficina? ¿A este templo?, etc., etc.

Estos tres aspectos de la división de la atención, en modo alguno constituyen capítulo aparte, ni algo diferente al proceso de la disolución del YO.

Incuestionablemente necesitamos auto-estudiarnos, auto-observarnos de momento en momento, si es que de verdad queremos descubrir nuestros propios defectos psicológicos; pues como ya dijimos en relación con nuestros semejantes, los defectos escondidos afloran espontáneamente, naturalmente.

No se trata de estar meramente auto-observando los pasos que damos, ni las formas del cuerpo, etc. La vigilancia sobre sí mismos implica silencioso y sereno de todos nuestros procesos psicológicos íntimos, emociones, pasiones, pensamientos, palabras, etc., etc.

La observación de las cosas sin identificación, nos permitirá conocer los procesos de la codicia, el apego, la ambición, etc., etc.

Es irrefutable que a un codicioso, le costará mucho trabajo no identificarse, con un anillo de diamantes o con unos cuantos billetes de banco, etc., etc.

La observación sobre los lugares, nos permitirá conocer hasta donde llegan nuestros apegos y fascinación con los lugares diversos.

Es pues este triple juego de la atención, un ejercicio completo para auto-descubrirnos y despertar conciencia.

"Si Hay Infierno..." Cap. 25


Escritos

 

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